Gran conmoción causó, primero la desaparición y luego la confirmación de la muerte de la joven Mara Castilla, en Puebla, cuyo cuerpo fue encontrado una semana después de que se le viera por última vez al salir de una discoteca, en donde había estado con algunos amigos, antes de subir a una unidad Cabify. Esa vez fue la última vez que se la vio con vida.
Lo aberrante y lamentable es la reacción que en las redes sociales desató el saberse las circunstancias de su desaparición y muerte. Mara había salido con unos amigos, alrededor de las 4 de la mañana pidió un Cabify, servicio tipo Uber, pero que se venden como una compañía más segura, por exigir a sus empleados a estándares más altos. La chica abordó el servicio que la llevó hasta su casa, como lo demuestran las cámaras de seguridad.
Lo que siguió después se desprende de la investigación llevada a cabo. Mara se quedó dormida, situación que el chofer, Ricardo Alexis., vio como una oportunidad. Se llevó a Mara a un hotel, la violó y estranguló y abandonó su cuerpo entre los estados de Puebla y Tlaxcala.
Pero para algunas personas, como lo dejaron muy claro en las rede sociales, es que, al parecer, la responsable de lo que le sucedió a la chica violada y asesinada, ella se lo buscó, fue su culpa. Con comentarios como: «Qué hacía fuera de su casa a esa hora» «Para qué se queda dormida». Todo por hacer lo que se espera que hagan los jóvenes, salir, divertirse con amigos.
Mara no hizo nada que no hagan millones de jóvenes alrededor del mundo, ¿Por qué en México tendría que ser diferente?
Es aberrante que se haga responsable de su violación y asesinato a una mujer. Y no es la primera vez que pasa. En este país, las mujeres, ya sea por usar minifalda, por salir de noche, por salir de día, por salir sola, por salir a trabajar, por salir a estudiar, por caminar por las calles o por el simple hecho de ser mujer, son responsables de lo que les pase.
Vivimos en una cultura que solapa la cultura de la violación al enseñarle a la mujer cómo defenderse de ataques sexuales, y qué hacer en caso de que suceda, en lugar de enseñarle a los hombres a no violar mujeres.
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