Una gota de sudor frío recorrido mi espalda, cuando hoy en la mañana escuche a César Augusto Peniche Espejel, reconocer su interés por buscar la candidatura de la presidencia municipal de Ciudad Juárez, después de la desgracia de un gobierno como el del conductor de televisión Armando Cabada, quien no ha demostrado la mínima aptitud para gobernar y sólo se ha dedicado a exprimir a la sufrida frontera.
Pensé de inmediato en quien yo creía insuperable como el peor alcalde que han tenido los juarenses: José Reyes Ferriz, por supuesto Cabada me cambio la perspectiva de las cosas, Ferriz ha sido superado no sólo como ineficaz; el asunto de la corrupción también marca nuevo récord con Cabada, no se en realidad quien de sus antecesores ha sido el más desaseado en el manejo del erario, pero sin importar el segundo lugar el primero es Cabada, extraño fenómeno en la política, es increíble que los juarenses hayan votado por él, su clara pedantería, su petulancia y actitud depredadora, no lo calificaban ni para candidato, por este antecedente es que me dio escalofrío la sola intención de que César Augusto Peniche Espejel, quiera ser alcalde y para ello haya pedido la venía del gobernador Javier Corral, como lo dijo con claridad hoy en la mañana en donde repitió amenazante: “Vamos a esperar los momentos”.
Llegó a mi memoria su actuación en los años de mayor violencia en Juárez en los años 2008-2010, años en los que por cierto fue destituido y César Duarte Jáquez, intervino para que lo regresaran como Delegado de la entonces Procuraduría General de la República, con sede en Ciudad Juárez. Recordé cuando había 10 ejecuciones diarias en la ciudad fronteriza y Peniche Espejel soló salía del búnker en que convirtió las oficinas de la PGR, para decomisar discos piratas a desvalidos vendedores en el centro de la ciudad… para Duarte era muy cómodo un delegado que inactivo en su actividad: perseguir el crimen organizado, alegremente dejaba abierta el cajón del escritorio.
Un delegado que por cierto es dueño de múltiples propiedades en la frontera y señaladamente algunas ubicadas sobre la Avenida Juárez; que construye una casa de 20 millones en el más exclusivo fraccionamiento de la ciudad de Chihuahua y que esas propiedades, junto con su casa en construcción suman más de 40 millones, lo que equivale a que empezó a trabajar como a los diez años y que desde niño ganó su salario actual y era tan tacaño que nunca se compro ni un dulce, sólo así se explica que de su trabajo honesto haya salido su fortuna actual y sólo estoy hablando de sus propiedades en las dos principales ciudades del estado, no quiero ni pensar lo que tenga en otros puntos del país, incluyendo la Ciudad de México y Yucatán.
También llegó a mi mente que prácticamente toda la sierra de Chihuahua, es una zona que no esta bajo la soberanía del gobierno del Estado, es de todos sabidos que la ley en la sierra es la del crimen organizado y Peniche en cuatro años no sólo no ha cambiado la situación, ya heredada, sino que el narco se ha fortalecido…no lo quiero ver gobernando Juárez y el narco enseñoreado más que nunca en la frontera, por eso el escalofrío.
Afortunadamente, aunque priista de toda la vida e incluso un promotor muy importante en 2016 de Enrique Serrano, con quien estaba predestinado como próximo Fiscal General del Estado de Chihuahua, ahora iría por el PAN, quien tiene muy pocas posibilidades de obtener la mayoría de los votos, MORENA en Juárez, es el partido con posibilidades de triunfo… Juárez no merece otra desgracia del calibre de Armando Cabada, claro que estamos hablando de la actitud depredadora. Peniche sí terminó la preparatoria, pero es igualmente otra desgracia en ciernes para la abandonada y sufrida ciudad fronteriza.
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